Un inmobiliario aparece en el edificio con una propuesta de compra de los departamentos. Por más que el valor sea alto, y que muchos se quieran ir a vivir a casas más grandes, los chicos no quieren vivir lejos uno del otro, mucho menos cambiar de colegio. Franky y los amigos tienen que inventar un plan para que nada cambie y que ellos sigan siendo vecinos.