Tras insultar a quien no debía, Gintoki es obligado a trabajar como okama (travesti) en el negocio de Mademoiselle Saigou. En ese lugar se encuentra con Katsura, quien también está en la misma situación que él, sin embargo, cuando el hijo de la jefa se mete en problemas, Gintoki y Katsura (ahora conocidos como Paako y Zurako respectivamente) irán a rescatarlo de un monstruo que habita en una antigua casa samurái, propiedad del príncipe Hata.