Chicago, abril de 1932. La ciudad está gobernada por zares del submundo, uno de los más difíciles es Nate Kester, ex secuaz de la mafia de Capone. Para simular legalidad, posee y dirige el Odeon Theatre, que se especializa en burlesque, pero su verdadera operación es la contrabando. Kester tiene a sus hijos en Henry Bogar, quien tiene un territorio estatal que vende brandy importado. Kester le dice que de ahora en adelante él llevará sus cosas: una falsificación barata con etiquetas de coñac falsificadas "de Bouverais". Bogar lo prueba y las llama basura; dice que los bebedores de brandy nunca lo comprarán mientras haya cosas mejores disponibles.