Los alumnos ven puesta a prueba su destreza en escalada cuando el curso encara su final. Especializados en el ascenso libre, deberán aprender a progresar en la modalidad artificial. Todo ello tendrá su recompensa: una expedición a los Picos de Europa con el objetivo de coronar el mítico Naranjo de Bulnes. No pueden fallar; un error puede suponer la expulsión a un paso del final.