Valle asiste a una entrevista en el Santuario, donde le explican que necesita mejorar las incubadoras de gestación de inteligencias artificiales en cuerpos simulados de mujeres embarazadas, un proyecto que desafía la ley y busca erradicar efectos secundarios en la población. Aunque dudosa, Valle decide aceptar el puesto tras consultarlo con una inteligencia artificial que recrea a su difunto padre.