Tras su terrible decisión de invertir en el negocio del barco de esclavos, Mauro debe lidiar con las consecuencias morales. Finalmente, decide que traicionará a Carola y colaborará con los abolicionistas para que los esclavos no puedan ser vendidos. Por su parte, Soledad tendrá que enfrentarse a su hijastro, Alan, a quien debe ocultar la enfermedad mental de Edward.