Peyu y Jair están preocupados: Bricoheroes, SA no acaba de arrancar. Jair opina que la cosa no funciona porque les falta un pequeño despacho para poder coger los encargos. Después de una discusión con Los Amigos de las Artes sobre si es bueno montar un negocio con amigos, nuestros Bricoheroes dan un cabezazo, retiran los depósitos de gasoil del taller y construyen una pequeña oficina. Peyu sigue siendo el músculo de la empresa y Jair pasa a llevar la parte de administración.