En esta secuela del filme del mismo nombre. 10 años han pasado desde que Ana y Oliverio pasaran aquellos buenos ratos en Montevideo. Ana le abandona para viajar a Barcelona y comenzar una nueva vida y el poeta Oliverio pasa el tiempo buscando otra mujer que le haga volar. Al ser cuestionado por sus personalidades, Oliverio emprende un viaje íntimo y vislumbrador hacia el Viejo Continente. En el que logra encontrar a Ana, para darse cuenta que juntos ya no vuelan. En este viaje intenso al lado de la poesía, Oliverio se encuentra con el inevitable paso del tiempo y la absolución indescifrable hacia el redescubrimiento del amor. Y en ese proceso, al lado de la poesía suicida y la poesía liberadora; conoce a Alejandra, una bella trapecista de circo con quien emprende una relación intrínseca y que de manera sutil nos hace recordar a la poeta Alejandra Pizarnik. Procurando sobre todo, prolongar la vida y el amor.