En el verano de 1683, 300.000 soldados del Imperio Otomano comienzan el asedio de Viena. La caída de la ciudad supone una camino abierto para la conquista de Europa. El 11 de septiembre es el dia de la batalla mas importante entre el ejercito turco comandado por el Gran Visir Kara Mustafa Pasha con sus temidos jenízaros y los húsares alados polacos bajo el mando del Rey Jan III Sobieski.