Hace catorce años, Wai Yat Ming (Ti Lung) fue a los Estados Unidos para resolver los asuntos del jefe de la tríada Sun (Bao Fang), pero terminó en prisión. Finalmente libre nuevamente, Wai quiere comenzar de nuevo con su novia (Olivia Cheng) y su hija adoptiva (Fennie Yuen), pero le resulta difícil con el hijo y el sobrino enemistados de Sun, Kit (Mark Cheng) y Chong (Roy Cheung), criando constantemente problemas en la pandilla. Al ver su propio pasado equivocado en ellos, Wai intenta infructuosamente guiarlos en la dirección correcta. Eventualmente decide hacer un descanso limpio y abandonar Hong Kong, pero la repentina muerte de Sun lo lleva de regreso a la violencia del inframundo.