Abel vive con su madre en una pequeña ciudad a las afueras de Barcelona. Es propietario de una tienda de ropa sin mucho éxito. Su vida es muy monótona, vive con su madre y tiene una novia que está cansada de él porque no tiene ningún deseo ni perspectiva en la vida. Su vida parece vulgar y corriente, aunque su posado de buen hombre esconde una oscura personalidad.