Aunque la verdad haya salido a la luz, Lucía sigue desaparecida. Los acontecimientos vividos en el pueblo harán que la vida de sus vecinos quede marcada para siempre. Ya nada volverá a ser igual, tampoco para Sara. Poniendo en juego su salud mental, más débil que nunca, la sargento Campos no dará su brazo a torcer. No piensa marcharse de ese lugar perdido en el Pirineo sin conseguir lo que vino a hacer: encontrar a Lucía.