Tony y Sharon están nerviosos porque se casan. Ana y David los acompañan durante el día y los ayudan con los últimos pormenores. Lo que debía ser una boda sin sobresaltos se convierte en una sucesión de sorpresas e imprevistos. Bruno y Manuela descubren que los han estafado en la compra de su piso. Ahora tienen que pagar las letras de una casa inexistente. No se atreven a contárselo a la familia.