El Rey espera la visita del Conde de Baviera, con quien espera entablar relaciones amistosas que podrían ser de gran beneficio para Francia. Pero, preocupado por la posible maquinación de Blanbec y sus seguidores, pide a D'Artacán y a los Mosqueperros que estén atentos por si su medio hermano intenta algo más.