Aunque en todo el mundo la gente se muda, no podemos negar que el trasteo se quedó a vivir en este país y hace parte de nuestra vida social y política. Veamos algunos ejemplos: María del Pilar se trasteó a Panamá, el doctor ternura se trasteó no sabemos adónde, Uribe trasteó a los paras para Estados Unidos, las FARC se trastearon para el otro lado de la frontera, en cada elección que hay en nuestro país hay trasteo de votos, la plata de la salud se la trastearon… Pero bueno, no es de esos trasteos tan sofisticados de los que venimos a hablar, sino de los que se realizan en estos vehículos a punto de desaparecer y a los que queremos hacerles un homenaje: las zorras y los camiones de acarreos, que hacen parte de nuestro paisaje urbano y de la memoria colectiva de los colombianos y las colombianas.