Una protesta pacífica de un grupo de peones molestos con los impuestos se torna violenta cuando uno de los hombres del Águila arroja una piedra por la ventana del magistrado. Galindo usa esto como excusa para ordenar severas medidas contra los campesinos, una medida que molesta a Don Alejandro. Los otros terratenientes quieren montar justicieros para castigar a los peones, pero Alejandro discute del lado de la razón.