Maggie soborna a Joel con unas entradas de primera para acudir al partido entre los Knicks y los Pistons, para que le acompañe, haciéndose pasar por su novio a celebrar el 80 cumpleaños de su abuela. Sin embargo, la celebración dista mucho de ser relajada: la abuela decide encerrarse en el baño y sólo quiere hablar con Maggie, y Joel ha de hacer frente no sólo a un antiguo novio de Maggie empeñado en ridiculizarle sino a toda una familia minada de problemas de comunicación.