La serie celebra sus cien primeras entregas con un episodio inspirado en el icónico clásico "La ventana indiscreta" del maestro del suspense Alfred Hitchcock. Y es que Richard Castle se rompe la pierna en un accidente de esquí y está confinado en una silla de ruedas. Como el novelista se ve obligado a permanecer en su casa durante las semanas de convalecencia, su único aliado para combatir la inactividad y el tedio son unos prismáticos con los que, apostado desde su ventana, espía a los habitantes de su barrio.