En un pueblecito, el pregonero asegura que han cogido al ladrón que robó el dinero para comprar una imagen de la Virgen. Por el camino llega Remigio esposado. Y la gente le insulta y le grita. Tres niños, Juan, María y Pepín, lo escuchan todo sobrecogidos. Son amigos de Remigio y no pueden creer lo que dicen los mayores. Los tres confían en su amigo y van a verlo a la cárcel. Remigio les dice que alguien puso el dinero en su casa. Y los niños deciden buscar al ladrón.