Brad y Jess se mudan a Los Ángeles en busca de una vida mejor. Cuando se topan con una joya de bienes raíces escondida, administrada por el tranquilo propietario Peter, están eufóricos por el giro de la fortuna. Pero su hogar ideal esconde un secreto mucho más siniestro de lo que jamás podrían haber imaginado, ya que las mismas paredes están vivas con un antiguo mal, y pronto descubren que la codicia tiene un alto precio.