Demóstenes -más conocido como Fantasma-, vuelve al pueblo entre Navidad y fin de año, y se queda en la casa de sus padres. Se reencuentra con su amigo Luis Miguel devenido en un ascendente comerciante que administra una serie de maxikioscos. Las relaciones se van tensando, cuando Fantasma se enfrenta con el pedido de (ahora) su nuevo jefe: buscar un lechón para una reunión social.