Es el año 1880, Buenos Aires, Argentina. En una pensión perdida, un periodista entrevista a uno de los últimos hombres vivos que cruzaron los Andes junto a San Martín. Manuel Esteban de Corvalán contaba con 15 años en ese entonces, y por saber leer y escribir fue uno de sus secretarios. Su relato nos permitirá adentrarnos en una de las mayores hazañas de la historia militar universal: el cruce de los Andes por un ejército de 5200 hombres, desde Cuyo hasta Chile, y en la intimidad de su líder y conductor, uno de los hombres más grandes que la revolución haya engendrado.