Adolpho Rollo está muy enamorado de su vecina, y sueña con hacer cine, pero no tiene dinero ni para pagar el alquiler del piso en el que vive. Lo único que tiene es un guión de quinientas páginas que decide vender poniendo un anuncio en la prensa local. Su sorpresa es mayúscula cuando aparece un comprador, que resulta ser Joe, un criminal de poca monta que, así, se convierte en su productor.