Es el momento de la disolución del Imperio chino. La Rebelión de los Bóxers desafía a las potencias extranjeras ocupantes, la emperatriz viuda gobierna el trono, pero los señores de la guerra controlan el país. Después de perder su ejército en un juego de póquer, un señor de la guerra intenta pedir dinero prestado a los extranjeros, pero solo le prestarán el dinero con una condición. Los extranjeros traerán un grupo internacional de atletas de primer nivel para realizar una gira por China.