Los Larsen viven a las afueras de Berlín y son la imagen perfecta de la familia de clase media-alta alemana. Tienen todo lo que significa comodidad y debería significar la felicidad. Pero su realidad cotidiana dista de ser tan feliz y perfecta. La madre es depresiva, y el padre lleva una doble vida homosexual. En un momento dado, este se enamora de un compañero de clase, de doce años, de su hija.