El detective Wallander es perseguido por el fantasma del asesinato de un joven policía que no pudo impedir. Años después, se presenta el caso de la hija de la víctima, adicta a la heroína, que muere de una sobredosis. Un Wallander angustiado es asignado a investigar el accidente de un avión. Unos días más tarde, dos hermanas de edad avanzada mueren en una explosión en un taller de costura. Rastros de explosivos se encuentran en la tienda quemada y muy pronto las evidencias indican que todos los eventos están ligados a un enfrentamiento entre dos bandas de narcotraficantes.