Edward Lawrence investiga los restos de un barco hundido para la compañía de seguros cuando encuentra en él una cinta con mensajes de amor. Está grabada por el hombre que falleció en el accidente, David Mitchell, y dirigida a Debbie, su prometida. Sus palabras son tan conmovedoras y se refiere a ella de una manera tan fascinante, que Edward decide ir en su busca, conocerla y entregarle la cinta. Nada más verse, el amor empieza a nacer entre ambos.