En las mismas aguas donde el Pequod de Melville persiguió a Moby Dick, somos testigos del choque colaborativo entre el hombre, la naturaleza y la máquina. Filmada en doce cámaras – fijas y lanzadas, pasadas de pescador a cineasta – éste es un retrato cósmico de uno de los quehaceres más antiguos de la humanidad. (FILMAFFINITY)