En Puerto San Juan, Puerto Rico, antes de acudir con su joven y bella esposa Chantal a una gala benéfica, el abogado Henry Hearst, una de las personalidades más importantes de la isla, es llamado por el capitán de la policía Victor Benezet para que declare unos detalles del atestado que hizo sobre el rapto y el asesinato de una niña, la tercera en un mes fallecida en similares circunstancias. Sin embargo, la visita de rutina se convertirá en un duro interrogatorio de consecuencias impredecibles.