Chigira Sui, uno de los chicos más populares del instituto, ve llorar a su compañera de clase a la que han partido el corazón. Queriendo consolarla le propone jugar a un juego para olvidar su desengaño amoroso: fingir que son novios. La joven Kisaragi Maaya acepta, aunque no lo hace muy convencida, y es que pronto empezarán a difuminarse los límites entre lo que forma parte de ese juego amoroso y lo que es real.